Las vajillas de vitroporcelana se han convertido en los últimos años en uno de los suministros para hostelería de Tenerife más demandados, gracias a que resulta un material mucho más rentable, puesto que tiene una mayor durabilidad. Además, las nuevas técnicas de fabricación han conseguido que el precio se acorte considerablemente respecto a las vajillas de porcelana.
Una vajilla para hostelería
La porcelana es un material muy demandado para fabricar vajilla para hostelería, ya que se trata de un tipo de cerámica que se elabora con una cocción doble, generalmente mayor de 800 °C con la que se logra una dureza mucho más alta que en la loza, por ejemplo. Otros materiales parecidos a la porcelana utilizados para la fabricación de vajillas son la vitroporcelana y la bon chine. Este último es un material muy resistente con una composición igual que la porcelana, pero con el añadido de que se le agregan ceniza de huesos procedentes de animales.
En cambio, la vitroporcelana se fabrica añadiendo óxido de aluminio que le da tal flexibilidad que puede amortiguar los golpes habituales consiguiendo incluso que desaparezca prácticamente por completo el común desgaste en los cantos de las piezas. Otra de las muchas ventajas de la vitroporcelana es que su cocción se lleva a cabo con la pieza colgada, sin ningún tipo de apoyo en cinta, lo que permite el barnizado de todo el plato minimizando las ralladuras por roce entre las piezas a la hora de apilarlas.